
Napoleón era un perrito de color negro marca ACME, con antepasados de raza salchicha. A mediados de la década del 30', apareció una tarde en las instalaciones del Club Atlético Chacarita Juniors. El aquel entonces portero del club, Camilo Di Bella, lo recogió y se lo regaló a un vecino-amigo, Francisco Belón, socio Nº 84 de Atlanta (eterno rival de Chacarita) y seguro que fanático Nº1 del mismo. El dueño comenzó a enseñarle a su perro a hacer "malabares" con la pelota y este no tardó en demostrar sus habilidades. El animal entraba con el equipo a la cancha y posaba para la foto también, además de ladrarle a los rivales. En los entretiempos, entraba de nuevo al terreno de juego a jugar con el balón y lo mandaba de cabeza a la red cuando se lo arrojaba ya sea por el aire o de arrastrón. Comenzado el partido, corría detrás del alambrado por la línea lateral siguiendo los ataques de Atlanta, e incluso se ponía detrás del arco cuando había un córner. Volvía triste y calladito a su casa cuando el equipo perdía, y ladrando contento y coleando cuando ganaba. De a poco, los hinchas empezaron a responsabilizarlo por las victorias o empates sobre la hora a favor del bohemio. Napoleón se había convertido en una cábala y comenzaba a presenciar los cotejos de visitante luego de haber viajado camuflado en el tranvía. El 22 de Noviembre de 1936 Atlanta jugaba de visitante contra Talleres de Remedios de Escalada. Al momento de entrar al campo de juego, estallaron unas bombas de estruendo que hicieron que Napoleón huya asustado y se ausente por todo el primer tiempo, que terminó 5 a 1 a favor de los locales. En la segunda mitad, Napoléon había aparecido y Atlanta comenzó a convertir goles, uno atrás de otro. El encuentro finalizó 5 a 5 y quedó como un milagro hecho por el perro. Una tarde de Abril de 1938, el día 6 para ser más exactos, un grupo de hinchas se reunieron en la casa de Don Francisco para decidir cómo iban a esconder a la mascota en el ferrocarril Roca cuyo destino era La Plata, ciudad donde Estudiantes recibiría a Atlanta ese día. En medio de la discusión, alguien olvidó la puerta abierta, y Napoléon que salió corriendo de la casa fue atropellado en la calle Muñecas al 1300, Villa Crespo, por un auto negro a las 18:30 horas aproximádamente. Ante tantas propuestas sobre qué hacer con el cuerpo del difunto animal, el dueño decidió embalsamarlo. Napoleón ya en este último estado, luce un correaje con los colores azul y amarillo, coronado con un escudo de Atlanta de pañolenci y con una patita sobre una pelota; y descansó en paz durante muchos años en las vitrinas del club. Un día, Francisco, en desacuerdo con varias cuestiones políticas de la Comisión Directiva, decidió llevarlo a su casa y colocarlo sobre un modular. En el año 2004, Napoleón entró luego de muchísimo tiempo a la cancha en pleno festejos de los 100 años de Atlanta, aunque volvió a descansar a la casa de Osvaldo Belón, hijo de Francisco.
Esta debe ser una de las pocas historias donde los hinchas han aplaudido a un "perro" de su propio equipo. ¿Conocés alguna parecida? ¿Cuál es la mascota del equipo del cuál sos hincha?
Esta debe ser una de las pocas historias donde los hinchas han aplaudido a un "perro" de su propio equipo. ¿Conocés alguna parecida? ¿Cuál es la mascota del equipo del cuál sos hincha?
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ResponderEliminarMuy buena historia compañero, como siempre deleitandonos. sALUDSO!
ResponderEliminarMuy buena entrada Marco, que horror de ortografía he cometido, quise decir el Águila del Benfica.
ResponderEliminarSaludos
Hola
ResponderEliminarPor aquí no tenemos ninguna mascota. Lo que más se le acercaría sería el "avi" del Barça. Una representación de un abuelo vestido de azulgrana, con su barba y todo. esta imagen tiene su origen en las revistas deportivas de principios del siglo XX.
saludos
Que interesante, de verdad. me gustan las figuritas de los equipos. Recuerdo que hace muchos años eran redondas y se jugaba (yo veía a los niños) poniendolas en la pared y el que tiraba la última figurita (se lanzaban desde cierta distancia), se las llevaba todas...Buena entrada, me gusta la Historia y me lo paso bien leyendote. Un abrazo desde Barcelona. Salut
ResponderEliminarHola, llegué a tu blog porque escribiste en uno de un seguidor del Almería, en España.
ResponderEliminarMe gustaría si lo viste jugar o algo que te pasaras por el mío ya que el último post trata del jugador argentino Lucas Pratto.
Le ves mucho futuro??Te gusta?
Crees que dará el salto a otro equipo?
Un saludo desde www.hablemosdeldeporterey.blogspot.com
La verdad que una nota muy interesante Marco, la verdad que está bueno que recuperemos un poco las buenas costumbres del fútbol antiguo!
ResponderEliminarTendría que haber algún Napoleón en algún equipo jaja
jaja que historia tan curiosa y entrañable.
ResponderEliminarYo soy del Valencia, y tenemos como mascota a un murciélago ya que dicho animal sale en el escudo del equipo, que a su vez también es símbolo del escudo de la ciudad. Saludos.
Fenomenal historia
ResponderEliminarUn saludo
gran artículo Marco, una curiosa historia, en España a penas hay equipos con mascotas (vivas o en muñeco) un saludo, sigue así.
ResponderEliminarInteresante post Marco,no sabía que Atlanta había tenido una mascota,pero es un buen detalle,Saludos!
ResponderEliminarLo más parecido que me suena es lo que comentan del águila del Benfica .
ResponderEliminarUn saludo
Lindo post!!!
ResponderEliminarNosotros no tenemos pero, yo quiero un perrito de mascota riverplatense!!
Slds!
Gran historia. Orgulloso de saber historias sobre clubes que ni conocía. Saludos
ResponderEliminarQué grande Napoleón! Debe estar contento con el título de Atlanta.
ResponderEliminarTe dejo el link del programa de radio que hago con una compañera en la cual hablamos de esta historia: http://sdepelota.blogspot.com/2010/12/escucha-el-programa-del-0412.html
Un abrazo.
En Central no recuerdo ninguna mascota, la verdad... en la vereda de enfrente si hay un ave... pero mejor no digo nada.
ResponderEliminarSaludos
Muchas gracias Julián, lo escucharé con gusto. ¿Ya conocías la historia entonces no?
ResponderEliminarMarco: sí, salió en la revista Un Caño de noviembre del 2010.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy buena data Marco. Eso es lo que más me gusta de este blog, que uno se entera de curiosidades perdidas en el baúl de los clubes y vos las sacás a relucir con claridad. Seguí con este tipo de historias, porque nos reconforta a los apasionados de este hermoso deporte.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Muy buena recopilacion de datos, habia leido algo de la historia en El Grafico sino me equivoco en alguna oportunidad. Una verdadera mascota, con todas las letras. Cosas del futbol de otro tiempo, hoy es complicado pensar algo asi. A la primera derrota seguro querrian desterrar al perror por falta de resultados jajaja un saludo
ResponderEliminarIncreible historia. Me ha encantado.
ResponderEliminarAqui el equipo no tiene mascota como tal, pero si utilizamos como simbolo el de la ciudad y region de Almeria, el indalo, el cual esta presente en el escudo del club.
Saludos.
En el Barça no tenemos mascota, como comentaba Silvia un poco más arriba.
ResponderEliminarEn el Burgos hemos tenido un perro y a Cidito.
Marco: primero, gracias por pasarte pro mi blog, me gusto mucho el tuyo así que te agregue a la lista de lectura. Segundo, buenísima la historia en especial porque tengo muchos amigos bohemios pero aun así no la conocía. Yo soy calamar, aunque mi viejo y mis primos son del Tomba y eso hace que los siga casi igual que lo que sigo a platense. Lamentablemente no tenemos mascotas así que yo sepa :( Pero nos harían falta, a ver si volvemos a primera de una vez!!! Salu2
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